miércoles, 2 de diciembre de 2009

te cuento un cuento brevequetebreve...

Domínguez salió temprano de su casa al trabajo, como todos los días.
Ramírez salió más tarde con su maldita costumbre de llegar sobre la hora a todos lados.
En el trayecto a sus respectivos trabajos, se cruzaron. No se saludaron porque no se conocían.
Ese día a Domínguez lo ascendieron y lo invitaron a una fiesta.
Ramírez siguió en su puesto, y la invitaron a la misma fiesta.
Después de un día o dos fue sábado.
Domínguez, como siempre, llegó temprano, elegante y pensativo con el pelo peinado a la gomina.
Ramírez llegó dos horas después, informal y atractiva, pelo suelto y sandalias planas.
A Domínguez se la presentó un amigo.
A Ramírez se lo presentó una prima.
Bailaron.
Domínguez habló más que lo de costumbre.
Ramírez, igual que siempre.
No sabemos que pasó después.
Pero el lunes, Ernesto llegó tarde y Laura también.

ILENIA
22/octubre
2009

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